En los meses de verano y tras la purga, porgà en valenciano, que es el proceso por el que el árbol se desprende de forma natural de los frutos que no van a prosperar, llega el momento del aclareo. Es una práctica agrícola que consiste en eliminar una parte de la cosecha de los naranjos y mandarinos para mejorar su calidad cuando los frutos todavía son pequeños.
El aclareo tiene varios beneficios. En primer lugar, mejora la calidad de los frutos, ya que los que quedan tienen más espacio para crecer y madurar, lo que se traduce en un aumento del calibre, de la jugosidad y de la dulzura de la fruta. En segundo lugar, esta técnica aumenta la cantidad de la cosecha. Las naranjas que quedan después del aclareo tienen menos competencia y, por tanto, más nutrientes y agua disponible. Por último, pero no por ello menos importante, el aclareo reduce el riesgo de plagas puesto que se quitan del árbol los frutos que resguardan larvas de insectos dañinos, como el cotonet.
Además de los beneficios mencionados anteriormente, el aclareo también tiene otros, como:
- Reducir el estrés de los árboles. Cuando hay demasiados frutos en un árbol, éste tiene que trabajar más para producirlos. Esto le puede provocar estrés y hacer que sea más susceptible a enfermedades y plagas.
- Mejorar la estética del árbol. Un árbol con demasiados frutos puede verse desordenado y poco atractivo.
- Reducir el desperdicio de alimentos. Si hay mucha fruta en un árbol, una parte se acaba quedando en el árbol tras la cosecha. El aclareo ayuda a reducir el desperdicio de alimentos, ya que se eliminan los frutos que no tienen la oportunidad de crecer y madurar correctamente.
En general, el aclareo de naranjas es una práctica agrícola importante que tiene muchos beneficios para los agricultores, la industria citrícola y el medioambiente.