ENCIMA VANDALISMO

Carteles que han sido tiroteados, cortes en las gomas de goteo, robos de las piezas utilizadas para cerrar las gomas, válvulas manipuladas, perdigonazos en plantones o en gomas de goteo son algunos de los actos vandálicos que venimos sufriendo en los campos desde hace tiempo. No es un fenómeno nuevo, pero ha llegado la hora decir “Ya está bien” y de animar a toda la comunidad de agricultores de nuestro entorno a que denuncien.

En el campo estamos acostumbrados a mirar el cielo y sufrir por las heladas, la lluvia o la sequía, pero sufrir también por los robos de fruta, por la manipulación de las infraestructuras de riego o por los perdigonazos que algunos descerebrados han hecho contra nuestras señales o plantones ya es demasiado.

En la comarca del Camp de Morvedre estamos sufriendo una plaga de conejos y ante dicha situación se creó un coto para que las sociedades de cazadores pudieran eliminarlos. La agricultura y la caza deben ir de la mano y desde Fruteq no queremos en ningún momento generar un conflicto sino denunciar la situación en la que estamos. Nuestra intención no es condenar a los cazadores sino hacer una llamada de atención para que se actúe de forma responsable.

Y en cuanto al sabotaje de las infraestructuras de riego o el robo de fruta hemos de demandar un aumento de vigilancia, pero también es nuestra responsabilidad como agricultores denunciar ante la autoridad cualquier hecho delictivo que detectemos, aunque no afecten a nuestros propios campos, ya que hoy te tocará a ti, pero mañana me puede tocar a mí. La Guardia Civil cuenta hoy en día con un operativo, denominado Equipo ROCA que está realizando una labor encomiable, pero si no hay denuncias, estos efectivos no pueden hacer nada. Si no hay denuncias, no constan delitos y por tanto no se pone los medios.

En cuanto a los robos de frutas, hemos de hacer un llamamiento para que se apliquen los mismos criterios de trazabilidad que se realizan con otros alimentos. Cuando un comprador adquiere fruta, ha de saber de dónde viene, no solo el municipio sino la parcela, la partida y el campo. Si se aplicara esto a rajatabla, se tendría totalmente controlado el canal, y la fruta que no pudiera explicar su recorrido hasta el comprador no debería ser vendida. Con ello disminuirían los robos. Pero para que se dé esta situación hace falta el compromiso y la asignación de recursos de todos los actores de la cadena.