Llega el verano y nuestros árboles realizan la porgà, proceso natural por el que el propio árbol se deshace de las frutas que no se van a desarrollar. La planta, con la ayuda de la luz del sol y el calor, bombea la savia, brota y a la vez hace que los frutitos más pequeños caigan en un proceso de selección natural.
Pero como todo en esta vida también hay contras. Así, al haber más circulación de savia y brotes tiernos, las plantas son más atractivas para los insectos, con lo que debemos ponernos en marcha para controlar las plagas.
En Fruteq empleamos diferentes técnicas para mantener a raya a estos invasores que afectan a la producción y a nuestros árboles.
Algunas de las prácticas comunes que utilizamos son:
– El monitoreo y detección temprana: Se realizan inspecciones regulares en los huertos para identificar la presencia de plagas y enfermedades en sus etapas iniciales. Esto nos permite tomar medidas antes de que los problemas se vuelvan graves.
– El control biológico: Liberamos enemigos naturales, como insectos depredadores y parasitoides, que se alimentan de las plagas y ayudan a mantener su población bajo control.
– El uso de trampas con feromonas y otros atrayentes: con ellas capturamos y monitoreamos las poblaciones. Esto ayuda a evaluar la presencia y densidad de las plagas y orienta las decisiones de control.
